Es realmente cierto que para cambiar algo toca saber la historia que tiene, y me refiero a todas las cosas que se pueden transformar, desde un producto o servicio, pasando por la misión o visión de una empresa y llegando hasta nuestra propia vida.
De hecho, yo mismo hice esta tarea en la que logré sacar algunas conclusiones en donde me comparaba con mi antiguo Diego y el de ahora, analizando que pensamientos tenía erróneamente y que empecé a hacer que me sigue sirviendo hoy en día en el objetivo de la transformación:
Ø Primero inicié por pensar en mi primer emprendimiento en el año 2000, una empresa en una época difícil para la Argentina que me brindó grandes aprendizajes.
Ø Siempre tenemos que intentar aprender algo todos los días, por más sencillo que sea se hace necesario aprender.
Ø Antes necesitaba demostrar que sabía, en el mundo académico de los negocios se tiene la falsa idea que quien más habla de lo que sabe tiene más estatus, cuando realmente no es así y se convierte en una práctica ilógica.
Ø Crear una cultura de emprendimiento, de interacción y aprendizaje puede cambiar de pies a cabeza tu forma de pensar.
Ø Desde hace muchos años hago cosas que realmente me llenan, no pienso solamente en ingresos o rentabilidad, sino en realizar proyectos que me apasionen y que beneficien tanto a la compañía, los empleados y los clientes.
Ø Disfruto y creo vínculos muy seguido, alimento esas interacciones con todas las personas que han pasado por mi vida de manera profesional y personal.
Espero tus comentarios.
¡Abrazo emprendedor!
DiegoNoriega.CO