Lo primero que debes hacer al momento de emprender con tu idea de negocio es tener un propósito claro que responda unas cuantas preguntas básicas que estén ligadas a ese objetivo.
📌¿Para qué?: Este es el principio de todo lo que estás haciendo, yo me baso en un framework llamado Ikigai, uno de los cuadrantes de esta estructura es saber lo que debes hacer, eso está conectado con el para que, el propósito, los cimientos.
📌¿Con quién?: Compartir con socios es realmente imprescindible, saber con quién asociarse y destinar el tiempo en una misma idea. Los socios deben complementarse con una sinergia clara donde nos contenemos, nos potenciamos.
📌¿Qué?: Hoy en día debemos estar haciéndonos la pregunta de las soluciones que queremos dar al mercado. El que, me hace definir los objetivos que debo generar y más en este mundo donde todas las necesidades han cambiado a causa de una pandemia. Esta variable está muy encaminada a la nueva estructura SOVI en donde he hablado anteriormente en este post.
En el que, una de las cuestiones más importantes son nuestros clientes, debemos sentar a conversar con ellos para saber qué necesitan, cómo solucionan su necesidad, cuánto han pagado actualmente por ello, todo un discovery para poder iterar y conocer más a mi mercado.
📌¿Cómo?: Es importante iterar, probar diferentes cosas y animarnos a hacer experimentos, documentarlos y obtener resultados que nos ayudarán a saber donde poner más énfasis.
En este mundo donde ha habido tantos cambios, el informar y compartir hace parte de las nuevas formas de potenciar tu empresa. Con clientes llenos de incertidumbre, el contenido en el que eres experto se convierte en un valor incalculable para los clientes.
Yo siempre pongo el caso de un chef, que ahora no pueden abrir sus restaurantes, muchos de ellos están abriendo sus recetas al público, un paso a paso para poder hacer los platos desde sus casas. Muchos pueden pensar que es tonto, “si da a conocer la receta no lo van a consumir más”, yo creo todo lo contrario, ha generado confianza en la época donde sus clientes lo necesitaban más, hoy no pueden trasladar a sus negocios pero en el primero que piensen cuando se abran las puertas van a ser en esas personas que estuvieron cerca, generaron valor e informaron.
Todas estas acciones genera confianza, y al final del día esa confianza es el combustible para generar vínculos en largo plazo y alimenta la transaccionalidad.
Ahora, las generaciones más jóvenes, no se van a dar la mínima posibilidad de consumir productos o servicios que no tengan un carácter de inspiración, sentido social e impacto. Se sentirán inspirados por quien es la marca, no por el que es.
Otro punto importante es la conexión, está muy bien conectar con el cliente, pero también debes hacerlo con tus socios, tus empleados o inversores. La mejor manera de crear y fortalecer estos vínculos es a través de la charla, la interacción de medios como Linkedin que permite interactuar desde tu casa con miles de personas que tengan los mismos objetivos e ideales de negocio que vos.
Animate a generar contenido, confianza y valor.
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DiegoNoriega.CO
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