Mi experiencia como Angel Investor me ha enseñado que poner plata no alcanza. El verdadero valor está en el acompañamiento que le damos a los emprendedores. Me duele en el alma cada vez que veo un proyecto hundirse porque el inversor solo puso el dinero y se borró. Los fundadores necesitan que estemos ahí, codo a codo, compartiendo experiencias y aprendiendo juntos. Esta es la magia que transforma una simple inversión en una aventura donde todos crecemos.
Me apasiona trabajar junto a los founders, ser parte de su viaje y transformarme en ese compañero que los ayuda a brillar. No puedo evitar sentir tristeza cuando veo emprendedores talentosos tropezar solo porque nadie los acompañó en el camino. Como inversor ángel, mi rol va mucho más allá de firmar un cheque – tengo que estar ahí para iluminar el sendero con mi experiencia. Este camino compartido no solo hace crecer a los emprendedores, también me hace mejor inversor y fortalece todo nuestro ecosistema emprendedor.
Complemento y compromiso con los founders
Durante mis años invirtiendo en startups, aprendí que ser un inversor ángel va mucho más allá de poner plata. Mi experiencia me mostró que lo más valioso es compartir cicatrices y conectar a los founders con las personas correctas. Me apasiona trabajar codo a codo con los emprendedores, no solo para mostrarles el camino sino también para advertirles sobre callejones sin salida. Cuando un inversor realmente se mete en el día a día del negocio, los founders toman mejores decisiones y multiplican sus chances de triunfar.
Mi visión del ecosistema ángel en Latinoamérica es clara: tenemos que cambiar el chip. No tiene sentido seguir soñando con exits de 50x ni esperar 10 años para ver resultados. Los números no cierran y así no vamos a ningún lado. Mi propuesta es simple: busquemos exits rápidos y pongamos toda nuestra energía en ayudar a los founders. Solo así vamos a transformar el ecosistema y lograr que más emprendedores lleguen a buen puerto.
Evolución del ecosistema ángel en Latinoamérica
Después de fundar más de 20 startups, tengo algo muy claro: el modelo actual de inversión ángel no va más. Mi experiencia me dice que necesitamos exits rápidos, más mentoría y participación real, junto con mayor transparencia para trabajar mano a mano con los founders. Me obsesiona ver números negros desde el primer año y empresas que generen caja. Solo así vamos a construir un ecosistema que perdure en el tiempo y nos haga crecer a todos.
El 2025 viene con todo y me emociona ver cada vez más emprendedores que entienden que hay vida más allá de levantar capital. Mi visión apunta a un cambio profundo que impulse empresas saludables. Me llena de optimismo encontrar emprendedores que buscan construir negocios rentables y que sumen valor real a la sociedad. Este nuevo mindset va a transformar el futuro del emprendimiento en toda Latinoamérica.
SquadS Ventures: Cocrear para exits by design
En mi experiencia construyendo SquadS Ventures, tengo una visión muy clara: quiero cocrear empresas para lograr exits by design. Me apasiona trabajar junto a inversores ángeles que se convierten en verdaderos partners estratégicos. Mi objetivo es sumar fuerzas para desarrollar negocios que realmente funcionen. Cuando nos juntamos, multiplicamos el potencial y bajamos los riesgos. Esta forma de trabajo hace que los emprendedores reciban todo el respaldo que necesitan para hacer realidad sus sueños.
Mi experiencia me enseñó que el verdadero valor del ecosistema emprendedor está en colaborar y aprender de los tropiezos de otros. Cada vez que compartimos nuestras vivencias, fortalecemos nuestra comunidad y generamos un espacio de crecimiento. Mi compromiso es seguir construyendo un ecosistema donde la transparencia y la mentoría sean naturales. Esta forma de trabajo no solo ayuda a los emprendedores, sino que también suma valor a los inversores. Estoy convencido que juntos vamos a transformar el futuro del emprendimiento en Latinoamérica.