En emprendimiento e inversión, el éxito nunca está asegurado. Fundé 31 proyectos desde el 2000, me comí 21 fracasos y logré 3 exits. Los golpes me enseñaron que emprender no es un camino de rosas. Cada caída me dejó aprendizajes que valen oro. El éxito va y viene, sube y baja, te pone a prueba todos los días. Lo único que funciona es levantarse, aprender y seguir adelante con más fuerza.
El ecosistema emprendedor necesita más unión y apoyo mutuo. Mi experiencia me mostró que dar valor con total transparencia hace la diferencia. Los resultados brillan cuando corporaciones, empresas y startups se dan la mano y trabajan juntas. Un mentor experimentado puede salvar a una startup de errores que cuestan muy caro. Me duele ver que en Argentina y Latinoamérica solo el 30% de los inversores acompañan a las startups donde ponen plata. Tenemos que cambiar esto para construir un ecosistema más fuerte y sano.
Aprendizajes de 31 proyectos y el valor del acompañamiento
Acompañar con tiempo es tan importante como con dinero. Los números no mienten: en Argentina solo el 30% de los inversores dedican tiempo a sus startups, mientras que en Estados Unidos más del 60% lo hace. El resultado salta a la vista – según Startupslatam, las startups latinas sumaron 30% más empleados en 2023. Mi experiencia me dice que necesitamos construir un ecosistema donde el apoyo vaya más allá del dinero y se transforme en una relación duradera.
El aprendizaje constante es clave. Mi camino invirtiendo en startups viene con alegrías y también con golpes duros. Cada tropiezo me enseñó algo nuevo sobre el arte de invertir. Los errores duelen, pero son los mejores maestros para crecer en este mundo. Mi experiencia me mostró que el éxito llega cuando transformamos esos momentos difíciles en aprendizajes y seguimos adelante, buscando formas innovadoras de sumar valor al ecosistema emprendedor.
Levantar capital: Mitos y realidades en Latam
Levantar capital no es la solución mágica. Los emprendedores solemos caer en la trampa de pensar que conseguir inversión es el primer paso al éxito. Mi experiencia me ha mostrado que poner el foco en conseguir un cheque antes que un cliente es un error garrafal. Lo que realmente hace la diferencia es construir un negocio que los consumidores amen y necesiten. Podés tener todo el capital del mundo, pero sin clientes tu startup no va a ningún lado. El verdadero valor está en resolver problemas reales que la gente tenga.
Compartir aprendizajes es vital para el ecosistema emprendedor. En mi camino por Latinoamérica he visto cómo la comunidad startup crece cuando todos compartimos nuestras vivencias. Cada tropezón y cada victoria suma – cuando contamos nuestras experiencias ayudamos a otros a no meter la pata en lo mismo. Me emociona ver cómo emprendedores, inversores y empresas grandes se juntan para apoyarse entre todos. Esta unión no solo fortalece a cada startup individual sino que hace crecer a todo el ecosistema. Cuando somos transparentes con lo que aprendimos, todos ganamos.
Construir portfolios de valor y un ecosistema colaborativo
Volví al company building y me puse una meta ambiciosa: voy a construir 20 startups que van a potenciar a pymes y emprendedores. Mi experiencia como fundador e inversor me mostró que acompañar a otros emprendedores hace la diferencia. Estoy re entusiasmado por generar este movimiento donde las startups, las empresas y las corporaciones van a trabajar juntas para hacer crecer el ecosistema emprendedor.
El webinar del 24 de abril me tiene super motivado porque vamos a compartir un montón de aprendizajes para armar un sistema de innovación más fuerte. Me encantaría que te sumes a esta charla donde vamos a hablar sin filtro sobre éxitos y fracasos. Entre todos podemos hacer que el ecosistema emprendedor sea más colaborativo. No te quedes afuera de esta experiencia que nos va a enriquecer un montón.