Los viernes se han convertido en mi momento favorito de la semana. No por la proximidad del fin de semana, sino porque es cuando tengo mis sesiones 1:1 con el equipo. Hoy las tuve con Valentín, Camila, Mario, Luciano y Christian. Y cada una de ellas me reafirmó algo que vengo descubriendo: el verdadero liderazgo se construye en la cercanía, pero sin caer en el micromanagement.
Este balance es uno de los mayores desafíos para quienes lideramos equipos en entornos de alto rendimiento. ¿Cómo estar cerca sin ahogar? ¿Cómo empoderar sin abandonar?
La sesión 1:1: Donde la cercanía y los datos se encuentran
Las reuniones uno a uno son el momento de la mayor verdad. Los números no mienten, y es precisamente ahí donde se ve el crecimiento real del equipo. No se trata solo de acompañar —aunque eso también es importante— sino de tener un sistema para poder coachear en los puntos donde hay trabas.
Lo que hace diferentes a estas sesiones es que están basadas en data objetiva. Esto nos permite:
- Validar hipótesis con información concreta
- Potenciar resultados que ya funcionan
- Hacernos cargo de lo que hay que mejorar
- Plantear iniciativas para adelante
En cada reunión, empujamos para que la métrica sea la guía, no solo la intuición. Este enfoque basado en datos nos protege de caer en el micromanagement, porque las conversaciones giran en torno a resultados y no a cómo se hacen las cosas paso a paso.
Si quiero liderar, tengo que estar cerca. Cuesta tiempo, pero multiplica en valor.
Este proceso, que parece simple, es clave en nuestro sistema operativo. Nos permite evolucionar constantemente. No somos la misma empresa que hace un año, pero tampoco la que éramos hace un mes. Cada COnversación suma y cada sesión termina moviéndonos un poco más cerca de nuestro propósito.
Las conversaciones incómodas: El motor del crecimiento
Una parte fundamental de estas sesiones 1:1 es tener el valor de abordar las conversaciones difíciles. Según estudios de liderazgo efectivo, no se puede evitar el conflicto porque está en todas partes. Por eso hay que dominar las conversaciones difíciles y no evitarlas, ya que huir no hace que los problemas desaparezcan.
Las conversaciones incómodas son la clave para:
- Identificar obstáculos reales que frenan el crecimiento
- Generar aprendizajes que sirvan para el próximo paso
- Conectar con los valores de COlaboración, aprendizaje y COnstruir
En Squads Ventures, hemos comprobado que estas conversaciones, aunque difíciles, son las que generan mayor valor. Son las que nos permiten crecer como equipo y como organización.
| Enfoque tradicional | Enfoque basado en datos + cercanía |
|---|---|
| Micromanagement (control excesivo) | Empoderamiento con accountability |
| Feedback basado en percepciones | Feedback basado en métricas objetivas |
| Evitar conversaciones difíciles | Abordar conversaciones incómodas con propósito |
| Reuniones sin estructura clara | Sesiones 1:1 con sistema y metodología |
El sistema que hace la diferencia
Lo que transforma estas sesiones 1:1 de simples reuniones a motores de crecimiento es tener un sistema. No improvisamos. Tenemos una estructura que nos permite:
- Revisar métricas clave de forma consistente
- Comparar resultados con períodos anteriores
- Identificar patrones y tendencias
- Tomar decisiones basadas en evidencia
Este sistema nos permite ver el progreso semana tras semana. Siento una felicidad grande al ver crecer al equipo de manera constante y medible. No es solo una percepción—los datos lo confirman.
El liderazgo cercano, pero sin micromanagement, requiere este balance delicado entre estar presente y dar espacio. Entre guiar y confiar. Entre exigir y apoyar.
Si estás liderando un equipo, te invito a repensar tus sesiones 1:1. ¿Están basadas en datos objetivos o solo en percepciones? ¿Tienes un sistema o improvisas cada vez? ¿Abordas las conversaciones incómodas o las evitas?
El verdadero liderazgo se construye en estos espacios de cercanía, con un sistema claro y la valentía de tener las conversaciones que realmente importan. Cuesta tiempo, sí. Pero como he comprobado cada viernes: multiplica en valor.















