Caras largas. Incomodidad. Miedo. Estábamos al límite con las emociones en aquella weekly que tuvimos el lunes. La tensión era palpable mientras enfrentábamos una realidad que todos conocíamos pero nadie quería verbalizar: estábamos por perder algunos clientes porque no estábamos encontrando la calidad de ejecución que buscamos.
Momentos así pueden parecer el fin del mundo para un equipo. Pero en mi experiencia, estas reuniones difíciles no son el fin de nada. Al contrario, son el verdadero comienzo de algo mucho más sólido.
Los valores reales aparecen en las malas
Le dije exactamente eso al equipo: «Estas reuniones son puntos de inflexión. A veces te despiertan. A veces frustran. A veces hacen que alguien se baje del barco».
Pero lo realmente importante no es la reunión en sí, sino cómo responden los equipos después. Porque los valores reales aparecen en las malas:
- Cuando no hay métricas para celebrar
- Cuando no hay logros para postear
- Cuando te enfrentas al vacío, a la crítica, al cliente que te suelta la mano
Es en esos momentos donde se ve quién está aquí solo por cumplir y quién está realmente enamorado de la visión, del problema y del impacto que podemos generar.
En startups, sobre todo en el primer año, no se trata solo de crecer. Se trata de hacer discovery de verdad. No de escritorio. No de workshop. Discovery puro y duro.
La investigación de mercado real implica hablar con cientos de potenciales clientes, vender, perderlos, entender por qué, rehacer procesos y reconstruir confianza. Es un ciclo constante de aprendizaje y adaptación que separa a las startups que sobreviven de las que fracasan.
Eso es exactamente lo que pasó con Inbound Tools en Q2 y Q3, y lo que estamos viviendo con eventROI en Q4. Las lecciones son similares, aunque los contextos diferentes.
Accountability real: la clave para transformar crisis en oportunidades
Lo que vi después de aquella reunión fue un equipo más enfocado, más comprometido y más claro en lo que realmente importa en nuestra propuesta de valor: ayudar a que nuestros clientes vendan más y mejor a través de una estrategia anual de webinars y podcast. Que se convierta en uno de los 3 canales con más ROI.
Pero lo más valioso que observé fue algo que no había visto en las primeras weeklys (esas sí que eran una mierda de verdad): vi accountability real. Hacerse cargo. Conversaciones verdaderas de las que me gusta participar. Y que todos participen… porque sino no es parejo el valor ni la velocidad del equipo.
En SquadS Ventures, hemos aprendido que este tipo de momentos definitorios no son únicos de nuestra experiencia, sino una constante en el mundo emprendedor. La diferencia está en cómo los enfrentamos.
Lo más importante que vi fue un deseo sincero de mejorar el producto, no para cumplir, sino para ganar. Esta mentalidad marca toda la diferencia.
Y los resultados no tardaron en llegar: hoy cerramos dos nuevos clientes que aceptaron trabajar con nosotros, sabiendo que los resultados definirán si seguimos o no. Es una validación, sí. Pero sobre todo, es una responsabilidad.
Cuando las cosas se ponen duras
No tengo dudas: cuando las cosas se ponen duras, los que están por convicción se agrandan. Empujan más fuerte. Y contagian al resto.
Tengo mucha fe en lo que estamos construyendo. Y más todavía en el equipo que lo está haciendo posible.
Los equipos de tecnología y startups enfrentamos constantemente estos momentos de verdad. Los fundadores y directores sabemos que el camino nunca es lineal. Lo que marca la diferencia es nuestra capacidad de abrazar el dolor y salir adelante por amor propio, pero también por quienes servimos.
Si no te duele, no estás creciendo… y para mí, eso es emprender en serio.
¿Has pasado por algún punto de inflexión similar con tu equipo? ¿Cómo transformaste ese momento difícil en una oportunidad de crecimiento? Recuerda que estos momentos son inevitables en el camino emprendedor – lo que define tu éxito es cómo respondes ante ellos.
Vamos que esto recién empieza…
