En 2019, cuando subí al escenario del #GoFest, no llegué para hablar del «sueño unicornio» ni de levantar millones con Softbank. Mi enfoque fue radicalmente distinto. Hablé de lo que realmente importa pero que rara vez tiene prensa: la construcción desde abajo, con los pies en la tierra y una visión clara.
Y es que en Latinoamérica, lo más urgente para la mayoría de los emprendedores no es conseguir inversión. Es encontrar tracción. Esa tracción que no aparece en los pitch decks sino que se construye en la calle, con esfuerzo diario y enfrentando desafíos reales.
El emprendimiento real: Lo que no tiene prensa pero genera resultados
Cuando comparto con otros emprendedores, no hablo del brillo momentáneo de los titulares, sino de las bases sólidas que permiten construir negocios sostenibles en el tiempo. Lo que realmente hace bien a los emprendedores es concentrarse en aspectos fundamentales:
- Vender con pocos recursos: La capacidad de generar ventas cuando no tienes un presupuesto millonario es quizás la habilidad más valiosa de un emprendedor. Esto implica creatividad, foco y una disciplina implacable para optimizar cada peso invertido.
- Armar equipos desde la confianza: Los equipos construidos sobre bases sólidas de confianza son más resistentes a las crisis y más efectivos en la ejecución. La cultura organizacional no es un lujo, es el sistema operativo que determina cómo funciona tu empresa.
- Validar productos antes de levantar rondas: No tiene sentido buscar millones si primero no has validado que alguien quiere pagar por lo que ofreces. La validación temprana te ahorra tiempo, dinero y frustraciones.
- Tener un plan con flexibilidad para pivotear: Necesitas dirección clara pero también capacidad de adaptación. Los mejores emprendedores saben hacia dónde van, pero ajustan la ruta según lo que el mercado les dice.
Después de esa charla en 2019, varios emprendedores se acercaron para decirme: «Gracias por no venir a vender humo». Ese feedback me confirmó algo que siempre he creído: los emprendedores estamos hartos de las historias glorificadas y sedientos de honestidad y herramientas prácticas.
Emprender no es gritar más fuerte, es ejecutar mejor. Y para eso necesitamos comunidad, propósito y foco en lo real.
De la tracción a la atracción: Un modelo para emprendedores invertibles
Este enfoque de construir desde la tracción es lo que he denominado el modelo «de la tracción a la atracción» – un camino que permite que todos los stakeholders (no solo los inversores) se jueguen por tu proyecto.
La tracción, esa evidencia tangible de que tu negocio funciona, es lo que eventualmente genera atracción. Cuando demuestras que:
- Tus clientes pagan y vuelven
- Tu equipo está comprometido y alineado
- Tu producto resuelve problemas reales
- Tu modelo de negocio es escalable
Es entonces cuando los inversores, socios estratégicos, talentos y hasta nuevos clientes comenzarán a buscarte a ti, no al revés. Los inversionistas ángeles reconocen esta tracción como la señal más clara de potencial.
Esta dinámica invierte completamente el juego. Pasas de ser quien persigue a ser quien es perseguido. De buscar oportunidades a seleccionarlas. De convencer a otros a que otros quieran convencerte a ti.
El modelo tiene sentido especialmente en mercados como Latinoamérica, donde el capital de riesgo es más escaso y donde los inversores suelen ser más conservadores. En este contexto, demostrar tracción no es solo una ventaja – es una necesidad.
Consistencia: El ingrediente secreto
Si hay algo que valoro enormemente de organizaciones como la Cámara de Comercio de Bogotá con el GoFest es su consistencia. Han logrado mantenerse firmes a pesar de cambios de gobierno y crisis económicas. Esta constancia en el tiempo ha permitido construir un ecosistema que año tras año se fortalece y madura.
La consistencia es precisamente lo que los emprendedores necesitamos cultivar. No se trata de dar golpes de efecto, sino de construir día a día, ladrillo a ladrillo, una empresa sólida que genere valor de forma sostenible.
Esta consistencia se traduce en:
- Procesos claros y replicables
- Promesas cumplidas a clientes y colaboradores
- Calidad sostenida en productos y servicios
- Mejora continua basada en datos y aprendizajes
El camino del emprendedor no es una línea recta hacia el éxito. Está lleno de curvas, obstáculos y momentos donde todo parece derrumbarse. Es ahí donde la comunidad, el aprendizaje compartido y los espacios como el GoFest cobran un valor incalculable.
No todos llegarán a ser unicornios, y está bien. Lo importante es construir empresas sanas, que generen valor real y que puedan sostenerse en el tiempo. Empresas que resuelvan problemas genuinos y que contribuyan al desarrollo de nuestras economías.
A seguir CONstruyendo con foco en la tracción, esa que se gana con sudor y perseverancia. Porque cuando logras la tracción adecuada, la atracción llega por añadidura.
¿Estás enfocado en conseguir inversión o en generar tracción real para tu negocio? La respuesta a esta pregunta podría redefinir completamente tu camino emprendedor.
